Decálago del mago

10 condiciones que debes saber si quieres ser un buen mago

Una cosa es querer ser mago, y otra de bien diferente es llegar a conseguirlo. Para ser un buen mago o maga, se deben tener claras unas cuantas cosas.

Este decálogo de mago se lo inventó un cura catalán que era un gran aficionado a la magia: Wenceslao Ciuró.

Las diez reglas de oro que debes cumplir si te quieres dedicar a la magia:

1. No se deben explicar nunca los secretos. Esto es una tentación a la que se encuentran muchos magos. Si todos los magos explicaran sus secretos, la magia pedrería todo su encanto.
2. Un mago debe tener seguridad y dominio de sí mismo en todo momento. No hay nada peor que un mago inseguro.
3. Todos y cada uno de los juegos de manos deben salir perfectos. No vale conformarse a que salgan medianamente bien, tienen que salir a la perfección, ¡siempre!
4. Es muy importante aprender juegos de manos, pero sólo se deben hacer aquellos que salgan a la perfección.
5. No se puede hacer por la tarde un juego que has aprendido por la mañana. Los juegos se tiene que practicar, ¡y mucho! La magia requiere entretenimiento y mucha paciencia.
6. No se puede subestimar al público y creer que no se darán cuenta del "movimiento tramposo". Es mucho mejor practicar porque nadie se dé cuenta de nada. Los magos llamamos "movimiento tramposo" aquel que es clave para el juego de manos funcione.
7.  No hay que perder el tiempo en detalles inútiles. Lo importante es dedicarse sólo en lo que el público pueda ver.
8.  El mejor mago no es aquel que manipula mejor o el que sabe hacer mejor magia: el mejor mago es quien presenta mejor los juegos de manos.
9.  No nos podemos lanzar a la profesionalización si no tenemos dones realmente excepcionales. Como ocurre en todas las artes, para triunfar no basta en ser uno más, hay que ser bueno de verdad.
10.  Querer ganarse la vida con la magia no desmerece este arte, todo lo contrario, significa poder sacar partido de una habilidad personal artística, de un estilo de vida.